JULIO JIMÉNEZ RUEDA. Narrador, dramaturgo, ensayista, periodista y diplomático mexicano. Tras adentrarse en el cultivo de la creación literaria mediante varias novelas y narraciones, encontró su verdadera vocación en la composición de piezas dramáticas que, con el tiempo lo convirtieron en uno de los mejores exponentes de la comedia de costumbres mexicanas del siglo XX.
Nacido en la ciudad de México en 1898 y fallecido en 1960, sus tempranos contactos con el mundo de la escena le permitieron descubrir las posibilidades de expresión que le ofrecía el lenguaje dramático y darse a conocer en calidad de autor de obras teatrales. Desde sus primeros años como estudiante demostró inclinación hacia las disciplinas humanísticas. Estudió Leyes y Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de México.
A lo largo de su vida desempeñó en la Universidad labores docentes y varios cargos directivos. Su formación en el terreno de las leyes le permitió participar activamente en la vida pública y administrativa de México como secretario de embajada en las delegaciones diplomáticas de México en Montevideo y Buenos Aires. Fue también director del Archivo General de la Nación, presidente del Centro Mexicano de Escritores y director de la Escuela de Arte Teatral de la Universidad Nacional.
Como autor de obras teatrales estrenó algunos dramas, entre ellos: Como en la vida (1919) y La caída de las flores (1923). Incursionó también como autor en la producción de farsas y comedias con las obras: Lo que ella no pudo prever (1923) y La silueta de humo (1927), obra, esta última que le aportó grandes elogios por parte de la crítica especializada y quedó a la postre como el fruto más granado de su producción teatral.
En su faceta de ensayista y estudioso de las letras y la historia, entregó a la imprenta varios escritos de enorme interés como: Historia de la literatura mexicana, Juan Ruiz de Alarcón y su tiempo, Estampas de los siglos de oro, Don Pedro Moya de Contreras: primer inquisidor de México, Moisés, La desventura del conde Kadski y Herejías y supersticiones en la Nueva España. Su destacado poema dramático Miramar, El rival de su mujer, centrado en la figura histórica de Maximiliano de Habsburgo, mereció los honores de los escritores y de la crítica literaria de su tiempo.
JULIO JIMÉNEZ RUEDA. Narrador, dramaturgo, ensayista, periodista y diplomático mexicano. Tras adentrarse en el cultivo de la creación literaria mediante varias novelas y narraciones, encontró su verdadera vocación en la composición de piezas dramáticas que, con el tiempo lo convirtieron en uno de los mejores exponentes de la comedia de costumbres mexicanas del siglo XX.
Nacido en la ciudad de México en 1898 y fallecido en 1960, sus tempranos contactos con el mundo de la escena le permitieron descubrir las posibilidades de expresión que le ofrecía el lenguaje dramático y darse a conocer en calidad de autor de obras teatrales. Desde sus primeros años como estudiante demostró inclinación hacia las disciplinas humanísticas. Estudió Leyes y Filosofía y Letras en la Universidad Nacional de México.
A lo largo de su vida desempeñó en la Universidad labores docentes y varios cargos directivos. Su formación en el terreno de las leyes le permitió participar activamente en la vida pública y administrativa de México como secretario de embajada en las delegaciones diplomáticas de México en Montevideo y Buenos Aires. Fue también director del Archivo General de la Nación, presidente del Centro Mexicano de Escritores y director de la Escuela de Arte Teatral de la Universidad Nacional.
Como autor de obras teatrales estrenó algunos dramas, entre ellos: Como en la vida (1919) y La caída de las flores (1923). Incursionó también como autor en la producción de farsas y comedias con las obras: Lo que ella no pudo prever (1923) y La silueta de humo (1927), obra, esta última que le aportó grandes elogios por parte de la crítica especializada y quedó a la postre como el fruto más granado de su producción teatral.
En su faceta de ensayista y estudioso de las letras y la historia, entregó a la imprenta varios escritos de enorme interés como: Historia de la literatura mexicana, Juan Ruiz de Alarcón y su tiempo, Estampas de los siglos de oro, Don Pedro Moya de Contreras: primer inquisidor de México, Moisés, La desventura del conde Kadski y Herejías y supersticiones en la Nueva España. Su destacado poema dramático Miramar, El rival de su mujer, centrado en la figura histórica de Maximiliano de Habsburgo, mereció los honores de los escritores y de la crítica literaria de su tiempo.