RAFAEL ALTAMIRA Y CREVEA. Uno de los primeros historiadores que impulsaron la historiografía en España, nació en Alicante, España el 10 de febrero de 1866. Prolífico autor realizó obra como humanista, historiador, americanista, pedagogo, jurista y crítico literario. Mientras realizaba estudios de Derecho en las Universidades de Valencia y Madrid daba rienda suelta a sus aficiones literarias de gusto naturalista escribiendo Cuentos de Levante y la novela Reposo.
En 1888 ingresó a la redacción del periódico del Partido Republicano Centralista La Justicia del que posteriormente fue director. Su actitud ética, sus ideas y sus preocupaciones educativas marcaron su vida futura. En ésta línea dirigió el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, la Revista Crítica de Historia y Literatura Españolas, entre otras. En 1897 ganó la Cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de Oviedo, integrándose en un claustro de destacados catedráticos preocupados en la necesaria renovación de la enseñanza universitaria y de la sociedad española.
El interés de la Universidad de Oviedo por hacer efectiva su presencia en la vida cultural americana permitió que Rafael Altamira se trasladase , entre junio de 1909 y marzo de 1910 a Argentina, Uruguay, Chile, Perú y México impartiendo conferencias en universidades y centros culturales y formulando acuerdos de intercambio para la creación de congresos, asociaciones y nuevas publicaciones. Todo su viaje quedó documentado en su libro Mi viaje a América.
Su especial atención e interés por los temas americanistas lo llevó a obtener la cátedra de Historia de las Instituciones Políticas y Civiles de América en la Universidad Central de Madrid en 1914. Como jurista desarrolló importante labor en tribunales internacionales, entre ellos, como Juez Permanente del Tribunal de la Haya en 1936. Fue nombrado doctor honoris causa por varias universidades entre las que destacan la Universidad de la Plata, la de México y la de Columbia. En 1951 fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz, sin embargo le sobrevino la muerte el 1 de junio de ese año en la ciudad de México.
De sus principales obras destacan: Cuentos de amor y tristeza, su novela Reposo, Historia de España y de la civilización española e Historia del Derecho español.
RAFAEL ALTAMIRA Y CREVEA. Uno de los primeros historiadores que impulsaron la historiografía en España, nació en Alicante, España el 10 de febrero de 1866. Prolífico autor realizó obra como humanista, historiador, americanista, pedagogo, jurista y crítico literario. Mientras realizaba estudios de Derecho en las Universidades de Valencia y Madrid daba rienda suelta a sus aficiones literarias de gusto naturalista escribiendo Cuentos de Levante y la novela Reposo.
En 1888 ingresó a la redacción del periódico del Partido Republicano Centralista La Justicia del que posteriormente fue director. Su actitud ética, sus ideas y sus preocupaciones educativas marcaron su vida futura. En ésta línea dirigió el Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, la Revista Crítica de Historia y Literatura Españolas, entre otras. En 1897 ganó la Cátedra de Historia del Derecho en la Universidad de Oviedo, integrándose en un claustro de destacados catedráticos preocupados en la necesaria renovación de la enseñanza universitaria y de la sociedad española.
El interés de la Universidad de Oviedo por hacer efectiva su presencia en la vida cultural americana permitió que Rafael Altamira se trasladase , entre junio de 1909 y marzo de 1910 a Argentina, Uruguay, Chile, Perú y México impartiendo conferencias en universidades y centros culturales y formulando acuerdos de intercambio para la creación de congresos, asociaciones y nuevas publicaciones. Todo su viaje quedó documentado en su libro Mi viaje a América.
Su especial atención e interés por los temas americanistas lo llevó a obtener la cátedra de Historia de las Instituciones Políticas y Civiles de América en la Universidad Central de Madrid en 1914. Como jurista desarrolló importante labor en tribunales internacionales, entre ellos, como Juez Permanente del Tribunal de la Haya en 1936. Fue nombrado doctor honoris causa por varias universidades entre las que destacan la Universidad de la Plata, la de México y la de Columbia. En 1951 fue propuesto para el Premio Nobel de la Paz, sin embargo le sobrevino la muerte el 1 de junio de ese año en la ciudad de México.
De sus principales obras destacan: Cuentos de amor y tristeza, su novela Reposo, Historia de España y de la civilización española e Historia del Derecho español.