HABLA EL PRIMER ARCHIVISTA DE AMÉRICA, DR. VICENTE DÁVILA
Diálogo con VICENTE DAVILA Es el doctor Vicente Dávila, Secretario de la Academia Venezolana de la Historia, quien organizó ?hasta dejarlo en perfecto servicio? el mejor archivo público de América: el Archivo Nacional de Caracas. Ahora reside temporalmente en México, entregado a la propaganda comercial de su país y a investigaciones que procura condensar en un libro que será el segundo volumen de "Problemas sociales" En compañía de su bella e inteligente mujer, doña Gloria de Dávila, visita el bizarro historiador venezolano todos los rincones y reliquias más preciados que México tiene en su tesoro de arte y de leyenda.
Y como su apellido es uno de los más importantes, hoy día, en México, nada más oportuno que preguntarle algunas noticias genealógicas que, de seguro, van a interesar en extremo a los lectores de REVISTA DE REVISTAS que se apellidan Avila o de AVila, o simplemente Dávila.
-En 1567, sí señor, llegó con el capitán don Diego de Lozada, fundador de Caracas, hoy la capital de Venezuela, el castellano Gabriel de Avila, que fue uno de los primeros corregidores de la nueva población.
¡Ah! Vamos entendiendo por qué Caracas está al pie de la cumbre del Avila?
-Por cierto que don Gabriel fundó su estancia en las faldas del cerro que se levanta al norte de Caracas; y como la encontrara semejante a la cumbre del Avila, su patria, le dio ese nombre, que significa en lengua morisca ?cumbre batida por el viento?
¿Y dejó sucesión?
-Toda la que ha seguido llevando su apellido, y hasta dio una gran figura para la iglesia venezolana, en el presbítero Cecilio de Avila.
¿Y es cierto que los Dávilas están emparentados con Santa Teresa?
-Verá usted: en 1620 llegó a la ciudad de Mérida, en mi país, el capitán don Alonso Dávila y Rojas, quien según investigaciones genealógicas que he hecho, procedía del capitán Esteban Domingo Dávila, quien fue hijo de Blasco Muñoz y de Alonsa Díaz.
Pero, entonces, por qué se apellidó Dávila?
-Porque fundó su apellido en la guerra con los moros.
¿Cómo es eso?
-El caso es muy sencillo: un rey de Castilla legó por los años de 1220 a pedir auxilios en la ciudad de Ávila, para pelear contra la morería, y allí encontró a Esteban Domingo Muñoz, que era hombre de posibles y de armas tomar, que le ofreció su contingente, y como resultó vencedor al lado del rey, este le premió. El capitán Esteban Domingo sólo le pidió la formación de su nuevo apellido de Ávila, que era su ciudad natal, y así fue como apareció el Esteban Domingo Dávila, del cual proceden, durante varios siglos, muchos hombres de guerra y de letras.
Santa Teresa?
-Sí, la santa llevaba el apellido Dávila y Ahumada, y usted también sabrá que las crónicas de España recuerdan a Sancho Dávila.
¿Pero el apellido tiene variantes?
-Por cierto que se ha venido usando en España, desde su aparición en el siglo XIII, de tres maneras: de Ávila, Avila y Dávila.
¿Y hay algún estudio sobre tema genealógico tan interesante?
-Según parece, hasta hoy he sido el primero que ha publicado el nombre de Esteban Domingo Dávila como fundador de todos los Dávilas de España y de las Américas; y ese estudio lo hice en Caracas, al casarme en 1927, porque quería ponerle ese nombre a mi primogénito. Puedo también decir que en todos los Dáviles que he encontrado en mis viajes por la América Española, durante cinco años, no he encontrado el nombre de Esteban Domingo Dávila, fuera del de mi hijo.
¿Y que otros Dávilas importantes ha dado Venezuela?
-Uno de los primeros Dávilas de Venezuela se llamó Alonso Dávila y Gavidia, que más tarde pasó a Bogotá, a donde fundó familia. He encontrado que en Chile y en México, fuera de Venezuela, es donde hay el mayor número de Dávilas, tanto en las letras como en el mando, el comercio y otras actividades.
¿Algunos nombres más?
-Cuando en 1782 llegó a Mérida, Venezuela, el movimiento de los comuneros de El Socorro, que procedía de la Nueva Granada, los Dávilas se dividieron: unos defendiendo al rey, y otros a los comuneros. Ya en el comienzo de la independencia, los Dávilas y sus deudos figuran entre los fundadores de la Universidad de Mérida, que es la segunda de mi país. Y en 1810 hay otros dos muy valiosos: Luis María Rivas Dávila y el canónigo Francisco Antonio Uzcátegui Dávila. El primero se unió a Bolívar en 1813, y al frente de un escuadrón se encontró en varias batallas, obteniendo el coronelato; y en la del 12 de febrero de 1814, la de La Victoria, era jefe de las caballerías y sucumbió a la cabeza de los ?Soberbios Dragones de Caracas?. He escrito su biografía, y en ella está su bella frase última, al extraerle la bala de fusil:
?Llevadla a mi esposa y decidle que muero contento porque he perecido defendiendo la República, ¡Viva la Patria!.
Y de este modo termina nuestra charla con el gran investigador venezolano, que ha merecido altos elogios de exigentes historiadores de los Estados Unidos y de América española, por haber organizado el Archivo Nacional de Venezuela que es modelo en su género.
Bien merecido tiene el doctor Dávila el nombramiento de socio correspondiente de cincuenta institutos de Historia, Geografía y Letras en América, y que sus días mexicanos le permitan ampliar la lista de todos los Dávilas que han sido y son.
Publicado en ?Revista de Revistas? el 9 de noviembre de 1941.