MANUEL BENJAMIN CARRION. Escritor, político, diplomático y promotor cultural ecuatoriano. Loja, ecuador, 20 de abril de 1897. No tuvo instrucción primaria, su madre le enseñó las primeras letras y un poco de francés a través de la lectura de sus libros predilectos, sobre todo de Lamartine. Cursó el Bachillerato en el Colegio Bernardo Valdivieso, en donde su profesor de matemáticas Adolfo Valarezo lo orientó hacia la cultura especialmente a los poetas modernistas Baudelaire y Rimbaud.
En 1914 comenzó a frecuentar las reuniones literarias que celebraba en su casa el Gobernador Pío Jaramillo Alvarado; con gente de su generación colaboró en el periódico modernista "Vida Nueva" que dirigía Clodoveo Jaramillo Alvarado. De esa época es su poema Libertad y Civilización.
En 1916 viajó a Quito para estudiar Jurisprudencia en la Universidad Central. En 1918 en los Juegos Florales, gana el Jazmín de Plata con Romance antiguo, Confesión lírica y Mariana. Paralelamente, colaboró en el periódico El Día y el semanario Caricatura. Al año siguiente, se cuenta entre los fundadores, junto a José María Velasco Ibarra y Luis Barberis, de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la Universidad Central.
En 1920, Carrión es nombrado socio activo de la Sociedad Jurídico-Literaria. Luego de graduarse, regresó a su ciudad natal donde se desempeñó como docente y dirigió la revista Cultura. Vuelvió a Quito a dictar la cátedra de Sociología en la Universidad Central, y después también la de Castellano en el Colegio Militar Eloy Alfaro. En 1925 el Presidente Gonzalo S. Córdoba, lo envió como Cónsul del Ecuador a El Havre.
En Europa se dio tiempo para estudiar en la "Ecole de Hautes Etudes" de París y asistír a las tertulias de Gabriela Mistral en el hotel de Montpassie; allí nació la idea de fundar la editorial "París América" para publicar libros hispanoamericanos. También visitaba al maestro Miguel de Unamuno, conoció a José Vasconcelos, Francisco García Calderón, Manuel Ugarte, Alfonso Reyes y José María Arguedas entre los hispanoamericanos y a Roman Rolland, Georges Duhamel y Herman Keyserling entre los europeos.
En 1930 aparece Mapa de América, con prólogo de Ramón Gómez de la Serna y estudios sobre Teresa de la Parra, Pablo Palacio, Jaime Torres Bodet y José Carlos Mariátegui. Ademas dio a conocer en Francia Los que se van: cuentos del cholo y del montuvio, de Joaquín Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert y Demetrio Aguilera Malta, con quienes comenzó la literatura ecuatoriana de Realismo Social. El 13 de febrero de 1933, es designado por el gobierno de Martínez Mera Ministro Plenipotenciario en México, motivo por el cual es expulsado del Partido Socialista del que formaba parte. En tierra azteca, a más de cumplir sus funciones diplomáticas, siguió en su labor intelectual, publicando en 1934 el libro Atahualpa. Cuando José María Velasco Ibarra asume la presidencia, renuncia al cargo, retorna a su país y es nombrado Profesor de Literatura en la Escuela Superior de Pedagogía de la Universidad Central y elegido Presidente de la Sociedad Jurídico-Literaria.
En 1950 vino una etapa de fructífera creación literaria con obras como San Miguel de Unamuno (Quito, 1954); Santa Gabriela Mistral (Quito, 1956); García Moreno, el santo del patíbulo (México, 1959); ¿Por qué Jesús no vuelve? (Quito, 1963) y José Carlos Mariátegui, el precursor, el anticipador, el suscitador (México, 1976), entre otras. A fines de ese mismo año, en forma definitiva, retorna al Ecuador, donde mereció el premio literario Eugenio Espejo, en 1975. Su tarea entonces se centra en la organización de la democracia. Para lo cual ocupa el cargo de presidente del Tribunal Electoral, al que renuncia por razones de salud. Murió el jueves 8 de marzo de 1979.
MANUEL BENJAMIN CARRION. Escritor, político, diplomático y promotor cultural ecuatoriano. Loja, ecuador, 20 de abril de 1897. No tuvo instrucción primaria, su madre le enseñó las primeras letras y un poco de francés a través de la lectura de sus libros predilectos, sobre todo de Lamartine. Cursó el Bachillerato en el Colegio Bernardo Valdivieso, en donde su profesor de matemáticas Adolfo Valarezo lo orientó hacia la cultura especialmente a los poetas modernistas Baudelaire y Rimbaud.
En 1914 comenzó a frecuentar las reuniones literarias que celebraba en su casa el Gobernador Pío Jaramillo Alvarado; con gente de su generación colaboró en el periódico modernista "Vida Nueva" que dirigía Clodoveo Jaramillo Alvarado. De esa época es su poema Libertad y Civilización.
En 1916 viajó a Quito para estudiar Jurisprudencia en la Universidad Central. En 1918 en los Juegos Florales, gana el Jazmín de Plata con Romance antiguo, Confesión lírica y Mariana. Paralelamente, colaboró en el periódico El Día y el semanario Caricatura. Al año siguiente, se cuenta entre los fundadores, junto a José María Velasco Ibarra y Luis Barberis, de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la Universidad Central.
En 1920, Carrión es nombrado socio activo de la Sociedad Jurídico-Literaria. Luego de graduarse, regresó a su ciudad natal donde se desempeñó como docente y dirigió la revista Cultura. Vuelvió a Quito a dictar la cátedra de Sociología en la Universidad Central, y después también la de Castellano en el Colegio Militar Eloy Alfaro. En 1925 el Presidente Gonzalo S. Córdoba, lo envió como Cónsul del Ecuador a El Havre.
En Europa se dio tiempo para estudiar en la "Ecole de Hautes Etudes" de París y asistír a las tertulias de Gabriela Mistral en el hotel de Montpassie; allí nació la idea de fundar la editorial "París América" para publicar libros hispanoamericanos. También visitaba al maestro Miguel de Unamuno, conoció a José Vasconcelos, Francisco García Calderón, Manuel Ugarte, Alfonso Reyes y José María Arguedas entre los hispanoamericanos y a Roman Rolland, Georges Duhamel y Herman Keyserling entre los europeos.
En 1930 aparece Mapa de América, con prólogo de Ramón Gómez de la Serna y estudios sobre Teresa de la Parra, Pablo Palacio, Jaime Torres Bodet y José Carlos Mariátegui. Ademas dio a conocer en Francia Los que se van: cuentos del cholo y del montuvio, de Joaquín Gallegos Lara, Enrique Gil Gilbert y Demetrio Aguilera Malta, con quienes comenzó la literatura ecuatoriana de Realismo Social. El 13 de febrero de 1933, es designado por el gobierno de Martínez Mera Ministro Plenipotenciario en México, motivo por el cual es expulsado del Partido Socialista del que formaba parte. En tierra azteca, a más de cumplir sus funciones diplomáticas, siguió en su labor intelectual, publicando en 1934 el libro Atahualpa. Cuando José María Velasco Ibarra asume la presidencia, renuncia al cargo, retorna a su país y es nombrado Profesor de Literatura en la Escuela Superior de Pedagogía de la Universidad Central y elegido Presidente de la Sociedad Jurídico-Literaria.
En 1950 vino una etapa de fructífera creación literaria con obras como San Miguel de Unamuno (Quito, 1954); Santa Gabriela Mistral (Quito, 1956); García Moreno, el santo del patíbulo (México, 1959); ¿Por qué Jesús no vuelve? (Quito, 1963) y José Carlos Mariátegui, el precursor, el anticipador, el suscitador (México, 1976), entre otras. A fines de ese mismo año, en forma definitiva, retorna al Ecuador, donde mereció el premio literario Eugenio Espejo, en 1975. Su tarea entonces se centra en la organización de la democracia. Para lo cual ocupa el cargo de presidente del Tribunal Electoral, al que renuncia por razones de salud. Murió el jueves 8 de marzo de 1979.