ALFONSO CASO ANDRADE. Arqueólogo mexicano,1 de febrero de 1896 - 30 de noviembre de 1970, hizo importantes contribuciones al conocimiento de las culturas mesoamericanas precolombinas y especialmente sobre las del área oaxaqueña.
Ilustre arqueólogo, fue uno de los pilares indiscutibles de la llamada época dorada de la arqueología mexicana cuya sabiduría, dedicación y ética en el desempeño de sus investigaciones, tanto en el campo como en el laboratorio, le permitieron dejar un acervo de primer orden en la actividad señalada.
Entre sus descubrimientos más importantes esta la ciudad prehispánica de Monte Albán, con su Tumba 7, y diversos sitios en la Mixteca, entre ellos Yucuita, Yucuñidahui y Monte Negro, en Tilantongo. Don Alfonso Caso fue un pilar importante en las investigaciones del área cultural de Oaxaca; a partir de 1931, y por más de veinte años, se dedicó al estudio de la zona arqueológica de Monte Albán. Gracias a su labor, en la que participaron otros investigadores, arqueólogos, técnicos y jornaleros que vivían alrededor de este lugar, pudo descubrir más de veinte de los cientos de edificios y la más monumental de las plazas que configuran los restos de esta ciudad prehispánica.
También importantes son las 176 tumbas que exploró, ya que mediante su estudio descifro el sistema de vida de los pueblos zapoteco y mixteco, a esto debemos agregar los muchos edificios en otros lugares hacia los que extendió su proyecto central, en el área mixteca y la zona arqueológica de Mitla, ambos en el Valle de Oaxaca.
El doctor Caso ha sido considerado el representante de una corriente de pensamiento denominada Escuela Mexicana de Arqueología, esto es, el conocimiento de las culturas mesoamericanas a través del estudio sistemático de sus diferentes manifestaciones culturales, como son la arqueología, la lingüística, la etnografía, la historia y el estudio de las poblaciones, todas integradas para entender la profundidad de las raíces culturales. Para ello se basó en estudios de diferentes expresiones: la arquitectura de templos, palacios y tumbas, la cerámica, los restos humanos, los libros sagrados, los mapas, los objetos de piedra y otros materiales, a los que Caso logro interpretar tras varios años de estudio.
Una de sus aportaciones más importantes fue el desciframiento del sistema de escritura de las culturas prehispánicas de Oaxaca, pudiendo comprender los jeroglíficos que usaron los zapotecos desde el año 500 antes de nuestra era, para nombrar a las personas, contar el tiempo y narrar sus conquistas, en complicados textos tallados en grandes piedras. Hacia el año 600 de nuestra era, con ese sistema de escritura narraban sus violentas incursiones en los pueblos, tomando cautivos a sus dirigentes y sacrificando a algunos de ellos, para asegurar la supremacía del pueblo zapoteco, cuya capital era Monte Albán.
Mediante el estudio del Mapa de Teozacoalco, el doctor Caso logró establecer correlaciones entre el calendario antiguo y el de uso cotidiano de nuestra cultura, lo que le permitió ubicar geográficamente la región que habitaron los mixtecos o ñuusavi, los hombres de las nubes. También estudió la cultura y la religión de los aztecas convirtiéndose en uno de sus principales peritos. Descifró muchas de las famosas piedras grabadas que representaban a las deidades del México central, como la Piedra del Sol. Fundó las instituciones que aseguraban la continuidad de los estudios arqueológicos: La Escuela Nacional de Antropología, en la que formó a una gran cantidad de estudiantes, y la Sociedad Mexicana de Antropología, orientada a propiciar el intercambio continuo de ideas entre los científicos enfocados al estudio del hombre.
ALFONSO CASO ANDRADE. Arqueólogo mexicano,1 de febrero de 1896 - 30 de noviembre de 1970, hizo importantes contribuciones al conocimiento de las culturas mesoamericanas precolombinas y especialmente sobre las del área oaxaqueña.
Ilustre arqueólogo, fue uno de los pilares indiscutibles de la llamada época dorada de la arqueología mexicana cuya sabiduría, dedicación y ética en el desempeño de sus investigaciones, tanto en el campo como en el laboratorio, le permitieron dejar un acervo de primer orden en la actividad señalada.
Entre sus descubrimientos más importantes esta la ciudad prehispánica de Monte Albán, con su Tumba 7, y diversos sitios en la Mixteca, entre ellos Yucuita, Yucuñidahui y Monte Negro, en Tilantongo. Don Alfonso Caso fue un pilar importante en las investigaciones del área cultural de Oaxaca; a partir de 1931, y por más de veinte años, se dedicó al estudio de la zona arqueológica de Monte Albán. Gracias a su labor, en la que participaron otros investigadores, arqueólogos, técnicos y jornaleros que vivían alrededor de este lugar, pudo descubrir más de veinte de los cientos de edificios y la más monumental de las plazas que configuran los restos de esta ciudad prehispánica.
También importantes son las 176 tumbas que exploró, ya que mediante su estudio descifro el sistema de vida de los pueblos zapoteco y mixteco, a esto debemos agregar los muchos edificios en otros lugares hacia los que extendió su proyecto central, en el área mixteca y la zona arqueológica de Mitla, ambos en el Valle de Oaxaca.
El doctor Caso ha sido considerado el representante de una corriente de pensamiento denominada Escuela Mexicana de Arqueología, esto es, el conocimiento de las culturas mesoamericanas a través del estudio sistemático de sus diferentes manifestaciones culturales, como son la arqueología, la lingüística, la etnografía, la historia y el estudio de las poblaciones, todas integradas para entender la profundidad de las raíces culturales. Para ello se basó en estudios de diferentes expresiones: la arquitectura de templos, palacios y tumbas, la cerámica, los restos humanos, los libros sagrados, los mapas, los objetos de piedra y otros materiales, a los que Caso logro interpretar tras varios años de estudio.
Una de sus aportaciones más importantes fue el desciframiento del sistema de escritura de las culturas prehispánicas de Oaxaca, pudiendo comprender los jeroglíficos que usaron los zapotecos desde el año 500 antes de nuestra era, para nombrar a las personas, contar el tiempo y narrar sus conquistas, en complicados textos tallados en grandes piedras. Hacia el año 600 de nuestra era, con ese sistema de escritura narraban sus violentas incursiones en los pueblos, tomando cautivos a sus dirigentes y sacrificando a algunos de ellos, para asegurar la supremacía del pueblo zapoteco, cuya capital era Monte Albán.
Mediante el estudio del Mapa de Teozacoalco, el doctor Caso logró establecer correlaciones entre el calendario antiguo y el de uso cotidiano de nuestra cultura, lo que le permitió ubicar geográficamente la región que habitaron los mixtecos o ñuusavi, los hombres de las nubes. También estudió la cultura y la religión de los aztecas convirtiéndose en uno de sus principales peritos. Descifró muchas de las famosas piedras grabadas que representaban a las deidades del México central, como la Piedra del Sol. Fundó las instituciones que aseguraban la continuidad de los estudios arqueológicos: La Escuela Nacional de Antropología, en la que formó a una gran cantidad de estudiantes, y la Sociedad Mexicana de Antropología, orientada a propiciar el intercambio continuo de ideas entre los científicos enfocados al estudio del hombre.