CONANT, EL HOMBRE DE LAS CATEDRALES
Diálogo con KENNET JOHN CONANT Es posible que después de esta guerra en los Estados Unidos surja una nueva expresión en la arquitectura; pero será preciso que el sentimiento poético utilice nuevos materiales que no podemos sospechar.
Es interesante advertir la inquietud mexicana que trata de encauzarse hacia originales expresiones renovadoras de la arquitectura.
La ciudad de México seguirá creciendo y tiene ya una categoría indiscutible entre las metrópolis del mundo; pero debe estimularse el afán que procura defender la personalidad arquitectónica que ha sido su diferencia.
Kenneth John Conant, eminente viajero por mundos nuevos y antiguos, en que el hombre ha sabido dar a la piedra los más puros estremecimientos de la imaginación, me permite breve diálogo. La Universidad de Harvard le considera entre sus catedráticos más distinguidos, siendo su especialidad la arquitectura histórica.
Sus conferencias ?como profesor de intercambio universitario? han sido en torno a los más seductores problemas de la arquitectura pregótica y, como el gótico vino a morir a México, pues sus últimas resonancias pueden encontrarse en Huejotzingo y otros templos franciscanos del siglo XVI, es natural que un nuevo viaje a México tuviera para él singular atractivo.
Ya sabíamos que usted ha hecho indagaciones muy serias, para averiguar cuáles fueron las fechas en que comenzaron a celebrarse en el mundo cristiano el Día de Muertos y la Navidad.
-Al mismo tiempo he podido reconstruir muchos de los aspectos del ritual con que esas celebraciones se llevaban a cabo.
Su itinerario debe ser vasto.
-He visitado los mejores templos cristianos desde la Palestina, comenzando por Jerusalén y en Belén, hasta Santiago de Compostela, esa catedral que quisiera estar viendo continuamente, que tanto me ha emocionado, acaso la que más me ha emocionado. Mire usted...
ES ARQUEOLOGO Y ARQUITECTO
Y ante mi abre el extraordinario libro que ha dedicado por entero a la maravillosa catedral,
en que se hallan los restos del apóstol Santiago.
-Mire usted cuáles han sido las tres catedrales de Santiago de Compostela. He podido ir reconstruyendo, con los datos más posibles, las diferentes transformaciones que ha ido sufriendo.
Abrumadora tarea, increíble.
-He estado un año Integro en esa labor. Después he recorrido toda Europa, en mi afán de hacer otros estudios, pasando naturalmente por la Santa Sofía de Constantinopla y la Santa Sofía de Kiev, en Rusia. Y en Francia, ¡oh!, también en Francia, como que tuve que detenerme para estudiar la primera, la segunda y la tercera abadía de Cluny. Aquí tiene usted...
Nada tan interesante como esos estudios arqueológicos relacionados con la arquitectura.
-Me atrae poderosamente el estudio de lo gótico, pero ha sido también de mis preferencias el estilo románico.
¿De modo que ya usted habla estado en México?
-Vine a Yucatán, entusiasmado con los trabajos de la Institución Carnegie y, naturalmente, aprendí muchísimo. Los mayas fueron, no hay que dudarlo, una de las culturas más ricas de la América antigua.
¿Y conoce ya el Perú? Allí encontraría usted las huellas de otras culturas sorprendentes.
-Me falta el viaje al Perú; pero ya veremos, ya lo haré. No puedo dejar de conocerlo.
Y encontrará usted allá una catedral estupenda en la ciudad del Cusco.
-Todo eso me está llamando hace tiempo. Pero hay tanto que hacer. No sé cómo se va a ser posible cumplir los proyectos de estudio que traje al venir a México.
?Aquí, como en el Perú, en Cuba y en otros países hispanoamericanos, encontrará usted la influencia demasiado visible de la arquitectura funcional de los Estados Unidos.
ESTA CAPITAL SIGUE CRECIENDO
-Ha sido lo inevitable; pero no puede negarse que hay una tendencia a defender lo mejor que la arquitectura dejó en tres siglos de dominación española. El churrigueresco mexicano me parece algo tan original...
¿Cree usted que los Estados Unidos, una vez que pase la guerra, estarán en capacidad de crear nuevas expresiones arquitectónicas?
-Es muy posible, pero va a ser preciso que el sentimiento poético aproveche los nuevos materiales de construcción que no sabemos aún cuáles van a ser. En México encontramos la influencia indudable del obrero indígena en las obras de la arquitectura española y el empleo de los materiales de aquí, lo que permitió hacer algo diverso.
Además de Yucatán, ¿qué otros sitios arqueológicos mexicanos ha visitado?
-Mi última visita a sido a las ruinas de Tula. Algo que vale la pena de ser conocido. Después iré, a fines de este mes, a Monte Albán, pues acepté ya la invitación que me ha hecho el doctor Alfonso Caso, con motivo de la nueva temporada de investigaciones que se propone hacer. Pero tengo que ir otra vez a Cholula.
Va usted a llevar muchas novedades a sus alumnos en Harvard.
-Los jóvenes tienen honda preocupación, al mismo tiempo que por lo modernísimo por el conocimiento del pasado. Y tienen razón, sobre todo tratándose de la arquitectura.
¿Y Le Corbusier?
-Sus teorías son fascinantes. Bien es verdad que en la práctica todavía no ha logrado todo lo que desea...
Esto y mucho más, me ha dicho el doctor Conant, antes de continuar su diálogo con las piedras, las formas y los sueños del hombre que en búsqueda del nuevo horizonte y la nueva emoción sigue jadeando, insaciable.
Publicado en ?Revista de Revistas? el 20 de diciembre de 1942.