GENARO ESTRADA TESORERO FELIZ
Diálogo con GENARO ESTRADA FÉLIX Un Greco, unos apuntes de Goya y una felicidad que sospechó tan amplia como su erudición rodean en su residencia envidiable a Genaro Estrada, director descendiente de aquel tesorero don Alonso que en el siglo XVI puso a buen recaudo los oros y las joyas del Rey.
El feliz tesorero de tantos libros raros, grabados historiales, platas y jades de maravilla, recuerdos y presencias de lapislázuli, me recibe con la jovial charla entretenida que lo hace una de las gentes con quienes mejor se puede conversar sobre el antaño y el hoy, tal como en aquellas librerías del México viejo en donde finos ingenios fijaban temas, pulían chismes y daban esplendor a las obras que no pagaban quinto real.
Hace poco dio una charla sobre sus investigaciones históricas en España y otra sobre la crónica de Bernal Díaz; una en la Academia de la Historia y otra en la Sociedad Mexicana de Geografía. Y poco después nos dio la sorpresa de su estudio "Algunos papeles para la Historia de las Bellas Artes en México". Y todo esto, y un antiguo deseo de hablar a mis anchas con él fue enhebrando la entrevista y poniéndole oro suave en el tisú.
¿Y que hay de una copia del Códice de Bernal Díaz que apareció en Asturias?
-No, apareció en Murcia. Alguna vez se anunció al gobierno de México que habían encontrado ese códice. No se sabe con exactitud si el de Guatemala es el auténtico o no lo es, pero se ha tenido hasta hoy como el auténtico y el mejor y posiblemente lo es. Yo creo que lo es. Trabajando en el Centro de Estudios Históricos de Madrid, tuvimos noticia de que en Murcia un señor anunciaba tener otro manuscrito auténtico.
¿Es posible?
-No es desechable la posibilidad de que exista ese nuevo manuscrito y de que se sacaron dos copias, una la que está en el Ayuntamiento de Guatemala y otra la que se mandó a España. Lo cierto es que el Centro de Estudios Históricos se interesó; pero el propietario pedía algo así como doscientas mil pesetas y no dejaba ver el manuscrito, aunque anunciaba que tenía variantes. No se trata de un experto en estos estudios. Resultó difícil adquirirlo y al fin se pudo examinar el documento y se harán algunos trabajos para tenerlo a la vista en las investigaciones.
Pero la edición definitiva va adelante.
-El manuscrito de Murcia se aprovechará en las notas. Américo Castro trabaja en la parte filológica, auxiliado por Ramón Iglesias y otros investigadores intelectuales. Ahora le ayudará Silvio Zavala. Se está haciendo un cotejo muy minucioso llevando documentos de todas partes porque se quiere hacer una edición crítica que valga la pena.
Por fortuna España tiene magníficos elementos.
-Pero es pobre en materiales bibliográficos cuando se trata de asuntos de la América Española y de las cosas indígenas. No hay especialistas allá, están en América.
¿Y las bibliografías de arte español?
-No hay eso. Han tenido pintores -la segunda pintura del mundo inmediatamente después de la italiana- pero la historia de la pintura española está hecha por extranjeros. Por ejemplo Mayer ha publicado su crítica sobre Murillo, su estudio sobre Velázquez. Los alemanes son grandes investigadores sobre artes plásticas españolas lo mismo que los americanos y conste que hay en España magníficos conocedores pero no abordan un plan general fuera del Marqués de Lozoya en su "Historia del Arte Español".
Sé que usted está preparando una bibliografía de Goya.
-Es una bibliografía crítica que forma parte de otros trabajos en que irá una media docena más sobre Goya. Porque bibliografía sobre artes plásticas en España no la hay. Mucho bueno se debe a Manuel Gómez Moreno y a Enrique Lafuente. Pero de toda la cooperación que pueden ofrecer ya los estudiosos, veremos salir pronto la historia de las artes plásticas españolas que es riquísima.
Y tienen materiales de primera.
-Pero diseminados, especialmente en colecciones de revistas de allá que cuestan un dineral, que realmente son valiosas: "Revista del Arte Español" "El Archivo del Arte", el "Boletín de la Academia de San Fernando", el "Boletín de la Sociedad Española de Excursiones" que a pesar del nombre es un tesoro de estudios de arte, un tesoro, un dineral.
Ahora nos interesa mucho conocer el arte gótico español porque, como bien han dicho algunos estudiosos, don Antonio Cortés, uno de ellos, ese arte vino a terminar en México.
-Y también lo barroco que todavía no ha pasado, que como usted ve, todavía se hace.
Sería bueno que empezaran a poner en índice las cosas de México que están en España. Claro que las cosas fundamentales. El libro de usted sobre las Tablas de la Conquista, viene a trazar la ruta.
-Pero no es eso lo último sino un cuaderno de investigaciones curiosas, que se refiere a los principios de la Academia de San Carlos de México. Verá usted documentos únicos. En España están catalogando minuciosamente, reuniendo materiales.
Acabo de ver unos índices de documentos de América en la vitrina de Porrúa, edición de la Central de Publicaciones de Madrid.
-Y la Universidad de California ha publicado otros. Yo creo que agotan el tema naturalmente sobre lo más importante. El índice del Archivo de Indias no es más que para desplorar el tema porque es inmenso. El que quisiera publicar cosas sobre México nada más podría emplear diez años en Sevilla dándonos un volumen diario.
El gran ejemplo nos lo dan los argentinos. Torre Revello es un gigante entre los investigadores.
-Justamente, Torre Revello me ha facilitado la copia de la obra de Boturini con notas, porque lo que conocemos es una "Idea de la Historia de la América Septentrional" que ya fue utilizada por Veytia pero no es todo el Boturini, especialmente en la cronología indígena. La noticia me la dio Torre Revello quien se interesa mucho por México y acaba de publicar en Buenos Aires un estudio sobre los plateros que es algo precioso. Sé que un investigador norteamericano está reuniendo datos sobre la platería en México.
Ninguno como el maestro Antonio Cortés para hacer ese trabajo que le va a resultar admirablemente como el libro "Hierros Forjados" verdadera presea editorial y erudita.
-Cortés está muy bien preparado para esta clase de trabajos. Estoy leyendo su libro para comparar lo de aquí con los de España. Los trabajos de don Pedro Artiñano son fundamentales.
¿Usted cree que en México haya en número más documentos de arte?. Por supuesto que hay que excluir lo que los árabes y los godos dejaron en España. Uno va a cualquier pueblecito mexicano y se da sorpresas.
-No lo creo, porque España es el segundo país del mundo en artes plásticas y el segundo después de Italia. Tiene tesoros desconocidos que ni siquiera soñamos. Es una maravilla la colección que en España posee el diplomático belga don Roberto Everts, muy rica en telas, rebozos, piezas documentales, estribos del siglo XVI mexicano. Basta decir que en esa colección hay doscientos rebozos mexicanos, algunos del XVIII de los que no tenemos ni una idea. El señor Everts fue secretario de la Legación de Bélgica en México hace treinta años y recorrió a pie y a caballo todo el país conociéndolo como pocos de nosotros.
Decía yo que, como en cada rincón de México hay tantas cosas?
-Sí pero lo de España es muy superior en cantidad y calidad. Eso de "los castillos de España" no es una frase. Forma usted un itinerario para ir de Madrid al Norte o al Sur y encontrará sin duda, no menos de cincuenta castillos. Además hay muchos coleccionistas.
¡A pesar de que los americanos se han llevado ya mucho!
-Sí, pero ha quedado mucho más.
En los Estados Unidos crece el interés por conocer más a España y América.
Así va la conversación rastreando los temas, degustándolos, sobre libros, sobre inquietudes literarias, sobre proyectos. La obra que Estrada emprendió desde la Secretaría de Relaciones Exteriores con las dos series "Archivo Histórico Diplomático Mexicano" y "Monografía Bibliográfica Mexicana", continúa siendo confiada a él. Ya están en prensa otros volúmenes.
-Estoy preparando documentos sobre aquel Congreso Panamericano que iba a celebrarse en México, iniciado por el Ecuador; pero intervino la política continental y ya no pudo llevarse a efecto.
A propósito ¿ya ha visto lo que se ha publicado sobre la misión confidencial de Mr. Lind?
-Me parece de extraordinario interés.
Pero es que en Estados Unidos no tienen escrúpulos para publicar secretos de hace veinte años. Aunque en Europa ya dieron a conocer los documentos de la Gran Guerra.
-Sí, pero son documentos del enemigo y, por otra parte, claro que con la anuencia del gobierno interesado se pueden publicar al día siguiente.
Lo que sería muy curioso es conocer las intimidades de la misión de Poinset en México.
-Tengo muchos datos inéditos sobre Poinsett. Muchos fotostatos de gran valor. ¿Sabe usted lo que tengo, muy curioso? Lo estoy traduciendo. Son informes certificados por el Archivero de la Casa Imperial de Viena, muchos de ellos cartas del príncipe de Metternich cuando era Embajador en París y de Francisco José y de las altas personalidades y casas principescas de Europa sobre el "caso de México".
Al despedirme con discreta voluptuosidad me enseña Estrada algunas de sus joyas de pinacoteca, sus piezas de plata antigua y el archivero en que está organizando grabados, litografías, mapas, caricaturas y cuanto documento iconográfico logra atrapar. Porque su pasión por todo lo que sea espiga del pasado mexicano, por todo lo que, compendie esencia y matiz de ese pasado no tiene límites y rebasa siempre su curiosidad de poeta lírico, de doctor en ciencias históricas, de tesorero que sabe su responsabilidad y busca en la pátina, en la marca de agua, en el colofón, la huella feliz de los hombres de estudio que tuvieron ante si las joyas exquisitas en cuya contemplación él se recrea con el gusto que sólo perfeccionan la experiencia y el afán elegante de saber.