JOSÉ MARÍA SALAVERRÍA. Periodista y escritor español contemporáneo, una de las figuras más destacadas de la generación del 98, nació en la localidad castellonense de Vinaroz en 1873 y falleció en Madrid el 28 de marzo de 1940. De ideología regeneracionista en su juventud, contribuyó en la madurez de su vida a la elaboración de una versión reaccionaria del nacionalismo español.
A los quince años empezó a escribir y, aunque tuvo que trabajar como delineante y empleado de la Diputación de Guipúzcoa. Su incorporación a la literatura fue relativamente tardía, su obra "El perro negro", lo publicó hasta los treinta y tres años.
Sus primeros artículos los publicó en Euskal-Erria y en otras revistas del País Vasco. Publicista infatigable, colaboró en El Gráfico, La Voz de Guipúzcoa, España Nueva, El Imparcial, ABC, La Vanguardia, El Pueblo Vasco, Heraldo de Aragón, La Nación, y Diario de la Marina. En la Revista de las Españas, difundió varios artículos y reprodujo su conferencia "El espejismo de las Indias". En sus primeros años escribió sobre política desde un punto de vista liberal. Posteriormente realizó crónicas de guerra principalmente en México, Europa y Marruecos así como crítica literaria y relatos de viajes. Parte de su libro denominado Vieja España, impreso en Castilla en 1907, inscrito en la órbita del regeneracionismo, apareció en "Los Lunes" de El Imparcial de octubre a noviembre de 1906.
Emigró a Argentina y allí consiguió trabajo como redactor de La Nación de Buenos Aires, con lo que logró su sueño de dedicarse profesionalmente y en exclusividad a la literatura. Estuvo allí hasta 1913 y fruto de esa experiencia fueron sus obras Tierra argentina (1910), Paisajes argentinos (1918) El poema de la pampa, Martín Fierro y el criollismo español (1918).
A lo largo de toda su obra es posible percibir el influjo poderoso del pensamiento de Nietzsche. En 1931, a solicitud del semanario fascista La Conquista del Estado, envió el artículo "Imprecación en la hora decisiva" En 1934, publicó "El instante dramático", que puede considerarse su testamento político-intelectual, donde expresó sus peores presagios sobre los derroteros del país. Durante la guerra civil apoyó al bando franquista.
Aunque cronológicamente pertenece a la llamada generación del 98, y su obra participa en sus comienzos de los planteamientos regeneracionistas de principios del siglo xx, con los años su pensamiento fue tomando creciente distancia de aquéllos. De todos los escritores de su entorno cronológico, incluido Ramiro de Maeztu, fue quien reaccionó de manera más rotunda, sobre todo a partir de 1914, contra el espíritu pesimista, escéptico y crítico de los noventayochistas y quizá el que mayor receptividad mostró ante el fenómeno fascista.
JOSÉ MARÍA SALAVERRÍA. Periodista y escritor español contemporáneo, una de las figuras más destacadas de la generación del 98, nació en la localidad castellonense de Vinaroz en 1873 y falleció en Madrid el 28 de marzo de 1940. De ideología regeneracionista en su juventud, contribuyó en la madurez de su vida a la elaboración de una versión reaccionaria del nacionalismo español.
A los quince años empezó a escribir y, aunque tuvo que trabajar como delineante y empleado de la Diputación de Guipúzcoa. Su incorporación a la literatura fue relativamente tardía, su obra "El perro negro", lo publicó hasta los treinta y tres años.
Sus primeros artículos los publicó en Euskal-Erria y en otras revistas del País Vasco. Publicista infatigable, colaboró en El Gráfico, La Voz de Guipúzcoa, España Nueva, El Imparcial, ABC, La Vanguardia, El Pueblo Vasco, Heraldo de Aragón, La Nación, y Diario de la Marina. En la Revista de las Españas, difundió varios artículos y reprodujo su conferencia "El espejismo de las Indias". En sus primeros años escribió sobre política desde un punto de vista liberal. Posteriormente realizó crónicas de guerra principalmente en México, Europa y Marruecos así como crítica literaria y relatos de viajes. Parte de su libro denominado Vieja España, impreso en Castilla en 1907, inscrito en la órbita del regeneracionismo, apareció en "Los Lunes" de El Imparcial de octubre a noviembre de 1906.
Emigró a Argentina y allí consiguió trabajo como redactor de La Nación de Buenos Aires, con lo que logró su sueño de dedicarse profesionalmente y en exclusividad a la literatura. Estuvo allí hasta 1913 y fruto de esa experiencia fueron sus obras Tierra argentina (1910), Paisajes argentinos (1918) El poema de la pampa, Martín Fierro y el criollismo español (1918).
A lo largo de toda su obra es posible percibir el influjo poderoso del pensamiento de Nietzsche. En 1931, a solicitud del semanario fascista La Conquista del Estado, envió el artículo "Imprecación en la hora decisiva" En 1934, publicó "El instante dramático", que puede considerarse su testamento político-intelectual, donde expresó sus peores presagios sobre los derroteros del país. Durante la guerra civil apoyó al bando franquista.
Aunque cronológicamente pertenece a la llamada generación del 98, y su obra participa en sus comienzos de los planteamientos regeneracionistas de principios del siglo xx, con los años su pensamiento fue tomando creciente distancia de aquéllos. De todos los escritores de su entorno cronológico, incluido Ramiro de Maeztu, fue quien reaccionó de manera más rotunda, sobre todo a partir de 1914, contra el espíritu pesimista, escéptico y crítico de los noventayochistas y quizá el que mayor receptividad mostró ante el fenómeno fascista.