BOTAS EN SU PARAÍSO EDITORIAL
Diálogo con GABRIEL BOTAS Y DÍAZ 700 libros editados durante seis años, casi tres a la semana: 33 años de experiencia en el arte de vender libros, desde abrirlos, leerlos y anunciarlos, hasta empacarlos en presencia del cliente; y sobre lo cubano-mexicano-español, distribuido en conveniente dosis, el sueño de construir un rascacielos, para desde allí ser dictador totalitario de alimentos mentales al hemisferio, en que, poco a poco, va extendiendo sus tentáculos con una paciencia que apenas le da tiempo para comer.
-Todos los libros europeos son carísimos...
¿Más que el libro americano?
-¡Ah, pues qué!
-Pero eso no es de ahora. Los más caros, como se sabe, son los ingleses, después los alemanes y luego los americanos...
Luego, con usted, los mexicanos...
-No; los de Italia, los de España. Hay que tener en cuenta la calidad de las ediciones, que no está en relación con la cantidad, porque, respecto a ésta, se le paga al autor menos en esos países que en México...
¿Más en México? Pero, Botas...
-Sí, claro, en relación con la cantidad de ejemplares que se hacen. Aquí no hay ediciones de.... 50,000 ejemplares. Mire usted; se han hecho ocho ediciones del "Ulises criollo"...
¡No, hombre! Yo creía que eran, cuando menos, 25,000 ejemplares...
-De Sudamérica me lo han pedido, porque es un libro de carácter nacional.
¿Y el libro sudamericano?
-Sólo en la Argentina, por el volumen de la producción, puede hacerse un libro más barato que en México. Pero, en igualdad de condiciones, en México lo podemos hacer más barato aún, con la ventaja de que la edición sea mejor.
Sin embargo... En Argentina leen más... Tienen gran mercado.
-Yo mando a todo el mundo. Yo vendo a toda América, pero en poca cantidad, porque todavía no se ha logrado que haya más interés por lo que México produce, para que los libreros compren... Falta propaganda?
Muchos escritores, tiene usted razón, dicen: "No conocemos nada de México". Lo que quieren es que, como en la época de Vasconcelos, ministro, se les regale...
-Regalados los libros, sí, naturalmente, pero es que deben comprar. Yo estoy muy satisfecho de lo que voy haciendo, porque no hay prisa. Ahora comienzo. Ya verán lo que haremos del libro mexicano... Hay que hacer bibliografía en toda forma. No hablar exclusivamente del libro, sino poner unas diez líneas, antes, sobre el autor: "Antonio Mediz Bolio, poeta yucateco, un hombre de inspiración; sus principales obras: "Enmedio del Camino", "La Tierra del Faisán y del Venado", "La Ola", "La Hija del Sol"; su último libro, "Las Noches del Bohemio", novela mexicana que trata éstos y aquéllos asuntos, y acaba de ser publicada por la Editorial Botas". Todo esto se hace así en la revista "Letras", que estoy publicando. El plan es vasto.
¿Y cuántos libros ha editado ya?
-Tengo más de 300. Para 1955 esta Casa cumplirá cincuenta años de establecida y habrá publicado unos tres mil volúmenes. Pero si es cierto que me gusta mucho el negocio de libros, no sólo eso hago.
Sí; ya me han dicho que tiene usted una buena biblioteca.
-No todos lo saben.
Pues hay que hacerle su catálogo.
-No colecciono libros viejos, porque, en primer lugar, son muy caros, y en segundo, son muchos los que hay ya.
No lo crea, Gabriel; los libros viejos, de verdadero valor, son ya muy escasos.
-Y me falta tiempo para dedicarme a coleccionar en toda forma. Tenía una magnífica colección de libros y folletos sobre la Revolución Mexicana, como de dos mil ejemplares, y la vendí en setecientos dólares. También hice colecciones de periódicos y las vendí en 150; total, 850 dólares. Pero hoy eso vale más de 1,500.. ¿Cómo voy a tener tiempo para seguir coleccionando, si tengo que revisar originales, atender clientes, telefonear a las imprentas, estudiar presupuestos, y ahora con el papel... A los autores solo les pido que no haya cosas inconvenientes, que me traigan contrariedades, y si encuentro en el original algún insulto, alguna palabra impropia, entonces lo único que les digo es: ¿qué pasa aquí?
¿Y la Biblioteca de Autores Mexicanos?
-Ya ve, de esto ya hablaremos. Hay que hacer esa Biblioteca. Los clásicos mexicanos al alcance de todos los bolsillos, aún de aquellos a quienes les gusta que les regalen los libros... Ya es un consuelo saber que el año pasado, en México, aprendieron, a leer quinientas mil personas... ¿Cuántos lectores tendrán para 1955, mi año-cumbre, REVISTA DE REVISTAS y la Editorial Botas?
Publicado en "Revista de Revistas" el 21 de enero de 1940.